A las seis de la madrugada
comenzaron a aparecer en el punto de encuentro, en medio de la noche cerrada,
los miembros de la Peña Los Picaos (doce expedicionarios de veintiún ciclistas
del grupo) un par de agentes libres y los cuatro elementos de los Tortora que
decidieron acudir a esta veintena edición de la emblemática salida con la
que los Picaos dan por acabada la temporada.
Iniciamos el recorrido a oscuras y poco a poco nuestra
equipación rosa se fue distinguiendo cada vez más entre el “pelotón” , conforme
amanecía y de camino hacia Sax y la Colonia de Santa Eulalia, para, desde allí,
reorientarnos a Biar por la vía que tantas veces hemos hecho, pero en dirección
contraria.
Cerca de Biar nos adentramos en caminos, veredas, vías verdes, antiguas rutas
de ferrocarril en desuso, totalmente inexploradas para nosotros, aunque Los
Picaos se movían por esos vericuetos como peces en el agua. Benejama, Bañeres
de Mariola, Bocairente, Muro de Alcoy y hasta Gaianes donde almorzamos fueron
80k se subidas suaves y llaneo en una geografía totalmente mediterránea que a
veces era yerma y por momentos boscosa como si deambuláremos por el Pirineo,
tal es el contraste.
Tras el bocata afrontamos el último tercio para encontrar dos panoramas
totalmente distintos, tras atravesar los túneles a las afueras de Beniarres: la
ribera del Rio Serpis, espectacular panorama fluvial entre montañas y al llegar
a Villalonga el paisaje urbano característico de naranjales contaminado de
urbanizaciones hasta llegar al Grao de Gandia y al restaurante refugio de
ciclistas veteranos, conocedores de ese entorno playero de tumbonas y hamaca
con cerveza, que los nuevos estábamos deseando pisar al descabalgar de la
bicicleta tras siete horas, a la una del mediodía.
Cervecita, picoteo, arroz a banda, herbero y un buen rato de
charla y cachondeo antes de subir al Bus de regreso.
Si nos invitan volveremos el año próximo y si no se
acuerdan se lo recordaremos, porque ha valido la pena y mucho.“
I ara, la literatura, perquè els BTT-Tórtora no som només gastrobikers consumits pel pecat de gola i, ai, de luxúria:
Has de pregar que el camí siga llarg.
Que siguen moltes les matinades d'estiu
que, amb quin goig, amb quina joia!
entraràs en un port que els teus ulls ignoraven;
[...]
que vages a ciutat d'Egipte, a moltes,
per aprendre i aprendre dels que saben.
(CONSTANTINO KAVAFIS)
Que no hàgeu de dir mai allò que escrivia el senyor Leonard Cohen:
"Abans, d'infant i jove, jugava
amb les mateixes parts del meu cos que ara em fan mal"