diumenge, 24 de març del 2013

EL PANTÀ DE TIBI: PRIMERA APROXIMACIÓ

Des de l'Esplanada, patint ben prompte les primeres rampes de l'Almadrava, ens plantem en la Venteta per a encarar en ràpida davallada la ruta verda del Palomaret: l'antic traçat del ferrocarril entre Alacant i Alcoi que mai no es va usar.

 Ponts, tunels que exigixen llinternes (la instal·lació de llums amb temporitzadors no funciona: els amics del coure tenen la culpa) i una ruta divertida i plàcida ens porten al camí cap al pantà de Tibi, el més antic d'Europa.


 Un error de camins ens desvia a la part de darrere del pantà. Allí esmorzem i ens fem el ferm propòposit de tornar prompte per completar la ruta fins a la paret del pantà.


 El retorn, pel mateix camí, en du a un ascens exigent: Palomaret-Racó del Xoli-Venteta: cada un al seu aire. Els escaladors van sense problemes; els altres, patixen. És així, què anem a fer-li.

 Tot s'acaba en un descens rapidíssim i en una bona cervesa al "cuartelillo" del Empollons. Dissabte que ve, més.


dissabte, 16 de març del 2013

CASES DE SANCHIS I CAUDETE EN DOS DIES (130 KM)

 Dissabte marcer que anunciava primavera. Els Tórtora, evitant l'asfalt, fan cap a la Romana. Només eixir ja pensem en l'esmorzar. "Anem a les Cases de Sanchis", apunta un que coneix el lloc per experiència pròpia: comença l'aventura... gastronòmica.
 Ens costa un poquet descobrir el prodigi esmorzador. Per fi hi peguem. Comença la festa...



 Gatxamiga, tomates amb capellà, pericana, embotit a la brasa, pa torrat, cervesa, vi, café en braser, carajillo... Bon ambient.


 Ah, enmig de tot això hem fet 50 Km. de bici amb dos clars objectius: calfar per a la ruta del dia següent i arribar a Sucre per a fer-nos una cervesa que ha consistit en... bé, això ho deixem per a un altre dia. Salut!
 Diumenge, cap a Caudete/Cabdet, en terres administrativament manxegues. Més de 80 Km, planets --encara que al gràfic parega el contrari-- i fang amb moderació. Res que destacar i com sempre...




 ...un esmorzar digne de cavallers medievals (del colesterol). No em negareu que el plat té una pinta de l'òstia.
 Iep, a la setmana que ve més i potser millor!!


dissabte, 2 de març del 2013

CASTALLA, CATÍ, RABOSA I ALTRES AVENTURES DE FEBRER




    Hemos hecho Petrer-Castalla- Biar-Villena-Petrer.
A decir verdad, ese día intentamos llegar al dichoso pantano, pero por otra ruta, qué aunque más larga era menos arriesgada respecto a la perdida de la orientación, o sea por Castalla.
    Vía camino de los valencianos rodábamos hacia Castalla pero a mitad de recorrido Chispi comenzó a perder aire de la rueda trasera. En un par de ocasiones le “enchufamos” una bombica (la que mejor parecía funcionar de todas) pero el efecto duraba unos cientos de metros y otra vez a darle al manubrio. Ya con el castillo de Castalla a la vista el sentido común, la sensatez, nos aconsejó buscar un taller de bicis en lugar de embarcarnos nosotros con el cambio de la cámara. Hubo suerte y encontramos mecánico y bar para almorzar justo al lado, con lo cual mientras se llevaba a cabo la reparación nosotros también reparábamos las energías. Miel sobre hojuelas. Además el bar resultó “bo, bonic i barat”  y unánimemente aceptamos la sugerencia del camarero y pedimos la especialidad de la casa que era una coca sobre la cual podías poner cualquier tipo de condumio y como puede verse en la foto elegimos la versión de “coca a la catalana” y fue un acierto total.
    Después del almuerzo, con la bici de Chispi y los estómagos en condiciones, decidimos, de nuevo unánimemente, que Tibi y su pantano quedarían para mejor ocasión, y para que no nos supiera a poco el recorrido subiríamos el puerto de Biar y a casa por Villena, La Colonia y Sax.


La coca catalana. No em negareu que fa bona pinta.

Otro sábado:
Decidimos quedarnos en territorio conocido para poder refugiarnos o retornar en caso de que la climatología se tornara mas adversa de la que encontramos a primera hora de la mañana.
 





Igual que la semana anterior Chispi le dio carácter y personalidad a la excursión, que fue tanto ruta de a pie como ciclista, ya que nos llevó por sendas no transitables en bici para individuos de naturaleza prudente y edad madura como nosotros tres, así que, como en el coche de San Fernando, “un ratito a pie y otro rodando”, aunque Chispi a veces se aventuraba refunfuñando: hace unos años por aquí bajaba yo como un trialero y si me caía rebotaba y ahora como me caiga tienen que venir a recogerme en helicóptero.





   Al salir del extraordinario paisaje arbolado de La Foradá, fuimos a parar a territorio colonizado por el Centro Excursionista Eldense y allí encontramos un ambientazo enorme de gentes que hacían barbacoa, descansaban y reponían fuerzas, celebraban cumpleaños familiares y hasta una despedida de soltero. Como era de esperar de individuos tan sociables como nosotros, saludamos a buena parte de la concurrencia e incluso compartimos alguna “picaeta” con compañeros y colegas de trabajo de Chispi que casualmente andaban por allí de cuchipanda.
   
   Los bueno de Rabosa es que, tras el bocata, la picaeta, el herbero, la charreta y las risas, sin darnos cuenta era la hora de comer y en 10 minutos de bajada estábamos en casa. Una maravilla.